Diddy En plena atención mediática por el juicio federal contra Sean “Diddy” Combs por cargos de tráfico sexual, una declaración resurge con fuerza: Kourtney Kardashian reveló que fue golpeada en el rostro durante una fiesta organizada por el magnate en el club nocturno TAO, allá por 2001. Aunque el testimonio se remonta a 2016, el contexto judicial actual le da nuevo peso y relevancia.
La historia que mantuvo en silencio durante años
Kourtney Kardashian, ahora de 46 años, relató el suceso en el programa Kocktails with Khloé de su hermana Khloé Kardashian, grabado en 2016. En él, recurrió a recordar el día en que fue agredida mientras esperaba para ir al baño durante una fiesta por el cumpleaños de Diddy en TAO, que había reservado entero para el evento.
“Me dio un puñetazo en la cara porque estaba esperando en la fila para el baño en TAO”, contó Kourtney, visiblemente afectada incluso años después. “Fue para su cumpleaños. Él había alquilado el restaurante completo.”
Kourtney explicó que estaba sola, sin nadie cerca, y fue cortés al pedirle a otra mujer que esperara su turno. En lugar de hacerlo, la mujer reaccionó con violencia y le propinó un puñetazo directo al rostro. “No sabía qué hacer. Nadie estaba conmigo. Entré en el baño y empecé a llorar”, comentó.
Reacción de Khloé y apoyo familiar
Khloé, fiel defensora de sus hermanas, afirmó en broma que intentó localizar a la agresora para confrontarla. Aunque dicho comentario parecía humorístico, el tono mostraba claramente que el recuerdo todavía generaba molestia.
En la misma grabación, Diddy y Kylie Jenner aparecen como invitados. Diddy, con una risa nerviosa, admitió: “Recuerdo que alguien recibió un golpe [en la fila del baño]”. Para muchos fue una anécdota graciosa; para Kourtney fue un momento traumático.
El estilo de fiesta de Diddy bajo escrutinio
Sean Combs, conocido como Puff o Diddy, siempre se asoció con fiestas ostentosas y controversiales. Khloé admitió en el programa: “Si piensas en una fiesta o en un buen momento, piensas en Puff”. Las reuniones de Diddy tenían invitados famosos, invitaciones personalizadas (incluso mediante CDs físicos) y una atmósfera exageradamente glamorosa.
En otro episodio de Keeping Up with the Kardashians (2014), Khloé contó que coincidió con Justin Bieber en una de esas fiestas, bromando que “la mitad de los invitados estaban desnudos”. Lo que antes parecía una historia del “behind‑the‑scenes” de Hollywood, ahora se revisita con nuevas perspectivas a la luz de las acusaciones actuales.
¿Por qué este testimonio cobra relevancia ahora?
Aunque el testimonio de Kourtney no es reciente, su resurreción coincide con momentos clave del juicio actual contra Diddy. Las acusaciones incluyen tráfico sexual y manejo de entornos peligrosos para mujeres jóvenes durante décadas. Cada narrativa del pasado se reevaluará bajo esta luz.
El hecho de que la agresión ocurriera en una fiesta organizada por el propio Diddy contribuye a cuestionar la seguridad y cultura detrás de sus eventos exclusivos.
El distanciamiento de Justin Bieber de Diddy
La atención renovada sobre Diddy también involucra a excolaboradores como Justin Bieber. Tras el inicio del juicio, Bieber rompió su silencio mediante un representante:
“Aunque Justin no es víctima de Sean Combs, hay personas que sí resultaron heridas por él. Desviar la atención de esa realidad resta importancia a la justicia que esas personas merecen.”
Fuentes cercanas al artista confirmaron que trabajó con Diddy en el álbum de 2023, The Love Album: Off the Grid, pero ahora lo lamenta: “De haber sabido esto, de ninguna manera lo habría hecho”, dijo un informante a DailyMail.com.
Relaciones “performativas” y alianzas reconsideradas
Videos del pasado muestran eventos donde Diddy y Bieber compartían escenarios o fiestas. Pero según insiders, su relación era más superficial, basada en la imagen pública. De hecho, Bieber habría estado más cerca de los hijos de Combs que del rapero en persona.
Hoy, varios aliados han decidido distanciarse de Diddy, reevaluando colaboraciones y vínculos pasados.
Silencio, supervivencia y el valor de hablar
La historia de Kourtney Kardashian refleja cómo muchas mujeres, incluso figuras públicas, enfrentan violencia o acoso y optan por guardar silencio — a veces durante años — por miedo, presión o ausencia de apoyo. Es un recordatorio de que el silencio no siempre implica consentimiento, sino supervivencia.
En un momento en que la industria del entretenimiento reaprecia la rendición de cuentas, testimonios omitidos cobran nueva relevancia y reclaman atención.
Conclusión: un momento de reflexión y justicia
El testimonio sobre el puñetazo que Kourtney sufrió en la fiesta de Diddy, aunque no es nuevo, toma nueva dimensión en el contexto del juicio actual. A medida que emergen más relatos y acusaciones, antiguos eventos cobran peso como parte de un patrón sistémico.
Ahora, esta historia no es solo un titular sensacionalista: es una pieza más en un rompecabezas donde la justicia y la verdad comienzan a reclamar su lugar.